miércoles, 4 de abril de 2012

Día 329/365

Karlibaby.

Esa pequeña niña llena de colores que ven, es mi pequeña sobrinita Karlita. En realidad sólo tiene un año menos que yo y somos más como primas o hermanitas que tía-sobrina. Con ella y con su amiga Andrea pasé el día en la playa. Fue, realmente, un día muy extraño. Voy a mencionar a continuación, de manera breve, los acontecimientos que me han orillado a definir este día como un día extraño:

- En la noche salimos por unas cervezas al malecón, y nos asentamos en un barresillo de pizzas y otras cosas. Un chavito de 15 años se acercó para invitarnos a su fiesta. Decía que tenía 18 pero no le crean, tenía como 15/16, y al parecer creyó que nosotras también. Le estuvimos cuestionando acerca de su edad pero se aferró a decirnos que tenía 18 y que precisamente ese día los había cumplido. Luego, se acercó uno de sus amigos (su bolita lo esperaba fuera del lugar) y el que había llegado primero nos introdujo diciendo "sí, y ella tiene 19, y ella 20 y además ¡va a la universidad!" No aguantamos más y nos empezamos a carcajear por toda la situación. Cuando terminó por rendirse en su ardua (e inútil) labor de convencimiento se despidió, se echó para atrás, se dio un tropezón y estuvo a nada de caerse al suelo. Fue, definitivamente, una escena cualquiera de una película de comedia.

- En el Oxxo no querían venderme cerillos que porque no parecía mayor de edad (según el vendedor, por mi voz). 

- Otro auto con otros chavitos de 15 años se paró para gritarnos: "YO A USTEDES LAS CONOZCO" pero no supimos si eran los mismos u otros. Y pues no, no nos conocían. 

Hubo también una breve sesión de yoga en la playa, me hicieron una trencita de colores y nos contamos historias de amor y desamor frente al mar. Fin.





03 / abril / 2012

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