martes, 4 de octubre de 2011

Día 149/365

Les presento al Isodine bucofaríngeo 

Esta medicina resultó ser una bendición pero a maldito corto plazo. Me aliviana muchísimo del dolor pero, lamentablemente, dura 15 minutos a lo mucho. Y supuestamente sólo puedo usarlo un par de veces el día. Es que Isodine no me entiende, no tiene idea de lo mucho que sufro. De verdad, no puedo concentrarme en absolutamente nada. Pero bueno, decidí que mañana van a desaparecer todos y cada uno de los malditos fogajes que decidieron hacer una comunidad en mi boca. Van a ver, mañana ya no voy a tener nada más que sus inofensivos cadáveres.

Como no puedo comer casi nada porque mover la boca para masticar es como la muerte para mi, me fui a tomar un helado a un nuevo lugar que se llama Bajo Cero. Los hacen con una plancha a -40º, colocando los ingredientes que hayas elegido, y la mezcla poco a poco va tomando la consistencia del helado. Están MUY buenos. Vayan. 

Mándenme energía positiva para que juntos eliminemos a los fogajes que hoy en día me atormentan, y de paso podemos distribuir esa energía y direccionarla a la resolución de cualquier otro problema mundial. Saben que es una buena idea. 

En otras noticias, me propuse aguantar 1 año con el mismo corte de pelo. Ya llevo medio año. Hagan sus apuestas, ¿llegaré hasta el próximo abril con el mismo corte? es una gran prueba para mi fuerza de voluntad, en serio.

Y ahora me voy a dormir porque ya no tolero existir así. Sé que suena todo muy dramático, y pues sí, soy una dramática, pero no es broma que esto duele más de lo que piensan. Sobre todo porque son muchos fogajes y están esparcidos por toda mi boca, so... no me juzguen. O sí, si quieren júzguenme, la verdad es que me da igual. 

¡Buena noche!



4 / octubre / 2011

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